viernes, 21 de marzo de 2014

AUZA. Esto pasa cuando no sabes que hacer

Hoy nos hemos levantado con intenciones de ir al pirineo, pues en teoría venía bastante buen tiempo. Pero antes de salir, miramos por la ventana y cual es nuestra sorpresa que todo el cielo está muy nublado y hace bastante calor. Pues nada, ¿Qué hacemos?

Nos pegamos un hora en casa debatiendo dónde ir. Al final, consideramos que ya hemos dicho el nombre de demasiados montes y nos decantamos por el primero que habíamos dicho: el Auza. Total, que cogemos el coche y nos vamos dirección a Elizondo para luego ir al puerto de Izpegi.

Empezamos a subir por un bosque, más bien por el lado francés. Este camino empieza bajando para después bordear la ladera en la cual está el camino. Seguimos andando por este precioso camino que nos lleva hasta un collado desde donde ya se ve el Auza.

Precioso bosque

En el bosque


Bordeamos la ladera del Elorrieta y nos plantamos en el otro collado, en el que ya se empieza a subir al Auza. Ponemos a cero el cronómetro y empezamos prácticamente a correr monte arriba, para ver cuanto nos cuesta subir.

El camino empieza bastante fuerte por un bosque un tanto inclinado. Luego se suaviza un poco y acaba saliendo al collado entre el Auza y Arrigorri. Ahora ya si que tenemos la pala final del Auza delante nuestra, por lo que hacemos un último esfuerzo y nos plantamos en la amplia cima. Nos ha costado unos 40 minutos desde que hemos puesto el cronómetro.

Última subida al Auza

En la cima del Auza


Ahora ya a la bajada, más tranquilos, cogemos impulso por la ladera herbosa del Auza y nos vamos a la cima del Arrigorri. Nos recibe una multitud francesa, que pronto nos deja sitio y nos quedamos solos en la cima. Tras un par de fotos seguimos bajando por el bosque hasta el collado del inicio. Como todavía es pronto, y no hemos tenido suficiente, acabamos subiendo al Elorrieta.

En la cima del Arrigorri

Bajando hacia el collado del Elorrieta

De vuelta al coche


Ahora ya si que sí, nos bajamos definitivamente al coche. Pero en vez de bajar por el bosque que hemos subido, nos vamos hacia el Olate y bajamos más directamente al coche, por una zona de palomeras.

Bueno, pues ya estamos en el coche. ¡Ya hemos hecho algo! que mejor que no hacer nada ya es. Ahora ya solo queda volver a casa y vencer la tentación de parar en Oronoz Mugairi a comer alubias rojas.


Un saludo y a disfrutar del monte!!

sábado, 15 de marzo de 2014

Bisaurín con esquís. Aprovechando los días de sol

Otra vez llega el viernes y empieza el debate de todas las semanas (de las semanas que hace bueno, por supuesto)... A dónde vamos, a dónde no vamos, cuál será la mejor orientación para esquiar, etc. Al final no somos muy originales y nos decidimos por el Bisaurín, aunque visto por otro lado, había que subirlo también este año. Este si que ya es un clásico de todos los años!

Total que nos despertamos a las 6:00 de la mañana y tras preparar las mochilas salimos dirección a Lizara. Conforme vamos acercándonos al refugio el viento pega más y más, como un presagio de lo que ocurrirá todo el día. Dejamos el coche un poco antes del refugio, pues no somos los más madrugadores. Nos calzamos los esquís y toca ir para arriba, que ya son las 9:00.

Empezamos subiendo la ya más que conocida subida hacia el collado del Foratón. Poco a poco superamos el llano que precede al collado y la subida final a éste. Ya estamos en el collado y el viento cada vez es más fuerte. No paramos de pensar de cómo va a pegar en la cima y de cuanto tiempo duraremos en ella. Pero bueno, ahora toca subir la pala final.


Inicio de la pala sur desde el collado

En el  collado del Foratón. Al fondo Collarada

Seguimos con los esquís puestos, pero no tardamos ni 10 min. con ellos puestos. Antes de afrontar la pala en sí, vemos cómo varias personas están poniéndose crampones a mitad de pala, por lo que antes de vernos en una situación precaria, decidimos guardas los esquís y sacar crampones. Ahora ya sí que no habrá problemas. Bueno, ya tenemos la parte inclinada enfrente nuestra. La teoría dice que lo mejor es coger un ritmo y subir sin parar hasta arriba, pero todo el mundo sabe que la práctica es diferente.

Toca ponerse los crampones...

... Y guardar los esquís

Empezamos subiendo con un ritmo constante casi durante toda la pala, de hecho casi ni paramos. En la parte inclinada se veían unas piedras que sobresalían, por lo que decido tirar hasta ahí sin parar. Pensando que ese era ya el final de la pala, aprieto más de la cuenta y de pronto... ¡Todavía queda más pala! No puede ser ¡Menudo bajón! Pues nada, habrá que subirla.

Al llegar a la cima confirmamos nuestras sospechas: todas las cimas siguen en su sitio, por lo que las vistas son las de todos los años. Eso sí, la blancura del Pirineo en estas fechas es espectacular. Sólo queda esperar un poco a que la nieve se reblandezca un poco (cosa imposible) para poder bajar la pala. Al contrario que en la pala y en el collado, en la cima no pega viento y se está de maravilla.

Llegando a la cima

Ya estamos en la cima

Las cornisas siempre son motivo de foto

Hacia el Aspe y el Collarada

Midi d'Ossau y Balaitous


La bajada desde la cima, un poco mala. Por una parte la nieve seguía bastante dura y por otra parte la pala estaba bastante trillada de huellas. Como medianamente pude, conseguí bajar hasta donde la pendiente se suaviza y desde ahí hasta el collado, aunque seguía bastante dura, se podía esquiar bastante mejor. La mejor parte, sin ninguna duda, fue la bajada desde el collado hasta el llano del asca.

Bajando por la pala

Otra más de la bajada


Y ahora ya sí que sí, se ha acabado el día. Ahora toca volver a Pamplona, parando por supuesto en Puente la Reina a llenar un poco el depósito.

Un saludo y a disfrutar del monte!!

sábado, 8 de marzo de 2014

Anie con esquis. repitiendo clásicos

Pues eso, que el Anie ya se está convirtiendo en un clásico de todos los años. La realidad fue que no sabíamos ni a que zona ir, ya que daban riesgo 3 a partir del mediodía en las caras sur (S y SE) y casi todos los montes que se nos ocurrían para hacer una buena bajada con esquís estaban orientados al sur, o sea la zona del Bisaurín y Aísa. De pronto surge la idea de ir al Anie y al final nos decantamos por esta opción. Su suave subida y su pala final, orientada al Oeste nos convencieron de pleno.

 Total que me levanto a las 6:00 y espero a que mi padre llegue de trabajar (sí, es un poco masoca). Llegamos a la Contienda, nos calzamos los esquís y tiramos para arriba. El día promete y se intuye que hará calor, pero de momento a estas horas hace un poco de frío y la nieve, dando muestras de la temperatura ambiente, sigue helada. Tras una primera subida "para calentar" llegamos al collado de Pescamou y ya podemos ver el Anie.
En el collado de Pescamou
Tras llegar aquí no queda más que adentrarse en Larra y acostumbrarse a la tónica general de este sitio, es decir, una sucesión de subidas y bajadas. Aunque, en realidad, predominan las subidas así que no os hagáis falsas esperanzas. Total que tras 1:30h llegamos a un valle pequeño desde el cual se ve ya el Anie ¡Espectacular! Ahora toca bajar y encarar ya la pala final del Anie.

Subiendo por Larra

El Anie, majestuoso

El valle pequeño, a la vuelta


La pendiente poco a poco se va haciendo más fuerte, lo justo para que los esquís ya no agarren bien. Por lo que toca sacar los crampones y cargar las tablas a la espalda. En esta misma pala, de hecho, una chica bajó deslizando unos cuantos metros hasta que alguien la paró (más adelante presenciaríamos un rescate de esta chica, que a primera vista parecía no haberse hecho nada).

Ahora ya sí que sí, ya tenemos la pala final enfrente nuestra así que con paciencia la empezamos a subir y en poco tiempo ya estamos en la cima. De las vista pues que decir... espectaculares. Así que, como el día acompañaba nos pegamos en la cima 35-40 minutos fácil (y así espero a que la nieve se reblandezca un poco). Ya son las 12:30 y la pala está perfecta para bajarla esquiando, así que me quito los crampones y...¡Al lio! La verdad es que al principio impresiona un poco, ya que si te caes tienes una buena caída hasta la base de la pala. En previsión de ello, decidí bajar los primeros metros con el piolet en la mano.

A punto de encarar la pala final

En la parte baja de la pala

Llegando a la cima

Los dos en la cima

Las vistas, impresionantes

El helicóptero de rescate francés

Ya estamos abajo de la pala y casi dan ganas de volver a subir, pero viendo las decenas de personas que están subiendo en este momento se te quitan un poco las ganas. En fin, que ahora nos queda una larga esquiada hasta el coche, si bien ya en esta parte la nieve todavía seguía bastante dura.

Ya estamos en el coche! Con un buen sabor de boca y el Anie en el bolsillo, que no será la última vez que nos vea por su cima.

 Un saludo y a disfrutar del monte!!